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Manejo de alfalfares

En este artículo analizaremos  10 claves a tener en cuenta en el manejo habitual de un alfalfar. Elección del suelo La elección del suelo es el primer factor que puede llevar al éxito o fracaso en la implantación y logro de un alfalfar y uno de los menos tenidos en cuenta, en general, por desconocimiento de las características productivas y limitantes de los mismos. Los suelos ideales para el desarrollo de los alfalfares deben ser profundos, sin compactaciones superficiales (pisos de arado o duripanes) bien aireados (sin planchados superficiales) y drenado, sin problemas de hidromorfismo. En un suelo con el perfil saturado de agua por 7 días, las mismas raíces de la planta producen toxinas que la matan. El suelo pare alfalfa debe tiene un mínimo de 90 cm. de profundidad sin limitantes a la penetración o desarrollo de raíces. Es deseable asimismo que el área de saturación esté por debajo de esta profundidad. pH del suelo La alfalfa se desarrolla mejor en suelos con pH neutro a ligera

Cultivo de pera

Situación de replante Estudio de suelo previo a la plantación. Correcciones de suelo si fueran necesarias (yeso, desinfecciones, etc.). Rotura de capas compactadas (subsolado a 1 metro de profundidad cada 50 cm). Eliminación completa de restos vegetales. Resistematización y correcciones en las redes de riego. Hacer los pozos de plantación evitando cualquier tipo de compactación de suelo. Colocación de guano y fosfato monoamónico en el pozo de plantación, evitando que queden en contacto directo con las raíces. NOTA: Todas estas labores deberán estar finalizadas antes de fin de junio. Plantación en suelos vírgenes Estudio de suelo previo a la plantación: Características físico-químicas del suelo: requerimientos mínimos pH pasta: menor de 7.8 C.E.: menor de 2000 RAS: menor de 8 PSI: menor de 10 Materia orgánica: mayor de 1% Época de plantación Fecha óptima: del 15 de junio al 15 de julio Calidad de planta de vivero 1. Caracteres genéticos: identidad del material g